Un asesino silente y eficiente, La SEPSIS.
- Alexander Álvarez García
- 16 ene 2018
- 5 Min. de lectura

Este artículo es más un aviso acerca de mi cerna experiencia con la reciente muerte de mi suegro. Él fue paciente oncológico, con un cáncer metástasico muy avanzado. Tan avanzado que unos de los doctores que lo atendió al final dijo: “eso era una de las masas más grande que había visto”. Mi suegro no muere del cáncer sino de una Sepsis Abdominal, por muy doloroso que esto fue, creo que se debe difundir ya que varios médicos no supieron actuar ante el estado de mi suegro, el cual, si se puede decir, sufrió de la irresponsabilidad de los médicos que lo atendieron en 3 lugares: 1) IPASME 2) Centro Médico de Caracas y 3) Hospital Pérez Carreño. El explicar lo sucedido en estos tres centros merece otros posts, ahora lo que yo quiero hacer es alertar acerca de esta enfermedad que prácticamente es la muerte, vestida de negro y con una guadaña bien afilada.
El siguiente video viene del canal de YouTube de Sepsis Alliance, esta organización quiere buscar hacer conciencia acerca de la Sepsis y como en un país de primer mundo como Estados Unidos, la Sepisis mata a alguien cada 2,5 minutos. Antes de seguir leyendo, les recomiendo ver este video completo.
Clásicamente se ha definido como sepsis a la respuesta inflamatoria sistémica frente a una infección. En los últimos años, a medida que se ha ido dilucidando la patogenia de esta entidad, han surgido nuevos términos para describir sus diferentes estadios, lo que ha resultado en denominaciones confusas que es preciso aclarar para comprender cuando nos encontramos frente a un paciente con sepsis.
• Bacteriemia: simplemente implica la presencia de bacterias en la sangre, independientemente de su magnitud, persistencia o respuesta que provoca en el huésped. Se encuentran tres patrones diferentes: 1) transitoria, la que ocurre luego de la manipulación de tejidos infectados (abscesos, forúnculos, celulitis), instrumentación sobre superficies mucosas infectadas (extracción dentaria, cistoscopia, cateterización ureteral, aborto aspirativo) y cirugía de sitios contaminados; 2) intermitente, debida a abscesos intraabdominales o viscerales no drenados, osteomielitis, artritis, meningitis, neumonia; 3) continua, es la característica principal de la endocarditis bacteriana y otras infecciones endovasculares. También se observa en las primeras semanas de la fiebre tifoidea y brucelosis. Otro patrón se observa en pacientes que están recibiendo antibióticos por vía sistémica, para los cuales el microorganismo infectante es sensible (“breakthough” bacteriemia): cuando ocurre en etapas tempranas de la terapéutica se debe generalmente a concentraciones inadecuadas del antibiótico, y cuando ocurre más tardíamente se debe habitualmente a inadecuado drenaje del foco infeccioso o deterioro de las defensas del huésped.
• Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SIRS): es un síndrome que se define por la presencia de por lo menos dos de las siguientes manifestaciones: 1) fiebre mayor a 38ºC o hipotermia menor a 36ºC; 2) frecuencia cardíaca mayor a 90 cpm; 3) frecuencia respiratoria mayor a 20 rpm, o pCO2 menor a 32 mm de Hg; leucocitosis mayor a 12.000 o menor a 4.000/mm3; o más de 10% de formas inmaduras. Este síndrome pude obedecer a causas infecciosas o no infecciosas (traumas, quemaduras, etc.).
• Sepsis: es un SIRS que responde a una infección; por lo tanto, SIRS es una entidad amplia que incluye a la sepsis. Los pacientes con sepsis reúnen los cuatro criterios de SIRS; esta forma de identificar clínicamente a los pacientes con sepsis es bastante sensible, sin embargo es muy poco específica. La comprobación de bacteriemia en un paciente con SIRS sella el diagnóstico de sepsis.
• Shock séptico: es la situación de sepsis asociada a hipotensión, pese a una adecuada reposición de fluidos.
• Septicemia: es un término que ha caído en desuso pero que algunos autores todavía utilizan, refiriéndose a un síndrome severo asociado con evidencia de infección aguda y falla orgánica relacionada con la liberación de mediadores del tipo de las citoquinas en la circulación. Estas definiciones surgidas de un consenso en el año 1991, son discutidas por varios investigadores, quienes consideraban que estos términos son demasiado amplios y poco específicos para la gran heterogeneidad de pacientes que son clasificados de acuerdo a las mismas. Dichos autores sugieren una revisión planteando que el principal defecto radica en que las definiciones describen síndromes clínicos más que procesos fisiopatológicos y que por ese motivo las estrategias terapéuticas no tienen el mismo efecto en todos los pacientes clasificados dentro de una misma definición.
Ciertas personas tienen más probabilidades de contraer septicemia si presentan una infección.
• Una evaluación de los CDC encontró que más del 90 % de los adultos y del 70 de los niños que presentaron septicemia tenían una afección que los pudo haber puesto en riesgo de contraer la septicemia.
• La septicemia ocurre con más frecuencia en las personas mayores de 65 años o menores de un año, las que tienen sistemas inmunitarios debilitados, o las que tienen afecciones crónicas (p. ej., diabetes).
• Aunque es menos común, incluso los bebés, niños y adultos sanos pueden presentar septicemia por una infección, especialmente cuando no reciben el tratamiento adecuado.
Ciertas infecciones y microbios causan septicemia con más frecuencia.*
• Hay cuatro tipos de infecciones asociadas con más frecuencia a la septicemia: las pulmonares, las urinarias, las cutáneas y las intestinales.
• Entre los microbios comunes que pueden causar septicemia se encuentran las bacterias Staphylococcus aureus, Escherichia coli, (E. Coli) y algunos tipos de Streptococcus.
*Entre los pacientes en la evaluación en los que se identificó la fuente de la infección; sin embargo, en muchos pacientes no se puede identificar la fuente infecciosa.
Síntomas.

Los proveedores de atención médica pueden:
• Prevenir infecciones. Cumplir las exigencias para el control de infecciones (p. ej., higiene de las manos) y asegurarse de que los pacientes reciban las vacunas recomendadas (p. ej., contra la influenza y la enfermedad neumocócica).
• Educar a los pacientes y sus familias. Enfatizar la necesidad de prevenir las infecciones, manejar las afecciones crónicas y buscar atención médica si hay signos de una infección grave o de septicemia.
• Pensar en la septicemia. Conocer los signos y síntomas de la septicemia para identificar y tratar pronto a los pacientes.
• Actuar rápido. Si sospechan septicemia, ordenar pruebas para determinar si hay una infección, en dónde se ubica y cuál fue la causa. Comenzar el tratamiento con antibióticos y otros cuidados médicos inmediatamente.
• Documentar la dosis de los antibióticos, la duración del tratamiento y el objetivo.
•Revaluar el manejo del paciente. Chequear la evolución del paciente frecuentemente. Revaluar el tratamiento con antibióticos entre las 24 y 48 horas o antes para cambiarlo si fuera necesario. Asegurarse de que el tipo de antibiótico, la dosis y la duración del tratamiento sean correctos.
Los directivos y los administradores de los centros de atención médica pueden:
• Hacer del control de infecciones una prioridad. Asegurarse de que haya una conexión fuerte entre la prevención y el control de las infecciones, la identificación temprana de la septicemia y los programas de uso adecuado de antibióticos.
• Capacitar a los proveedores de atención médica y al personal de primera línea para que reconozcan y traten pronto la septicemia.
• Colaborar con los departamentos de salud y con otros establecimientos de atención médica dentro de su área para mejorar el control de las infecciones.
La septicemia es mortal cuando no se identifica y trata rápidamente.
Gracias por leerme.
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